1936-1951
19 septiembre, 2024
La Masonería en Costa Rica desde 1950 al 2015, (año del sesquicentenario de la Orden en el país)
Desde el año 1950, la masonería costarricense continúa su más reciente faceta de crecimiento y consolidación. Por ejemplo, el domingo 11 de marzo de 1951, luego de un largo proceso; la Logia Torre Alba No. 13, que operaba en la ciudad de Turrialba, Cartago, efectúa una tenida extraordinaria cuyo propósito era la colocación de la primera piedra del Templo Masónico que sería construido para sus trabajos. Según explica el masón José Luis Mora Calvo de dicha logia (en un discurso efectuado en marzo del 2012 con motivo de la celebración del aniversario de la fundación de la logia), esta tenida fue presidida por el Gran Maestro de ese entonces Eric C. Murray, acompañado por varios miembros de la Gran logia de Costa Rica y muchos miembros de las otras logias simbólicas del país. La construcción de dicho templo tardaría alrededor de ocho meses, y en la cual participarían muchos obreros de esa ciudad.
El 15 de diciembre de 1951, el Gran Maestro Eric Murray, consagró en inauguró oficialmente el Templo Masónico de la Logia Torre Alba No. 13. (Mora Calvo. 2012, 6).
Es importante notar como, posterior a la guerra civil de 1948 y el proceso de la fundación de la Segunda República, la masonería costarricense replantea su enfoque y vuelve su mirada hacia sí misma, perdiendo el protagonismo político propio del Estado liberal y volviéndose una institución más discreta, orientada hacia la filosofía y la filantropía; sin embargo, este proceso venía sucediendo desde mucho tiempo atrás. Como bien lo demuestra Ricardo Martínez Esquivel en su artículo (2008), desde 1865 a 1899 el porcentaje de masones en puestos destacados de los tres poderes de la República fue disminuyendo conforme pasaba el tiempo.
Entre 1996 y 1997, la Gran Logia de Costa Rica publica la revista masónica llamada Leyenda, que fue una publicación oficial de la Gran Logia. En la 1era edición de esta revista, del tercer trimestre de 1996, se informa que el 6 de marzo de ese año, el Gran Maestro, don Jorge López Vallejo, emite un decreto que regulariza los trabajos de la logia Unión Fraternal No. 2 en Limón. El 9 de marzo, un grupo de varios masones de diferentes logias desfilan por las calles de Limón encabezados por el Pabellón Nacional y los estandartes, desde donde se encontraba el antiguo templo (que se había derrumbado a causa de un terremoto) hasta el lugar en donde se había construido uno nuevo. Posteriormente proceden a efectuar la consagración del mismo. (Leyenda No. 1. 1996, 4).
Según la información obtenida de la Secretaría Administrativa de la Gran Logia de Costa Rica, durante casi una década, la masonería costarricense continúa con sus actividades de forma regular, consolidándose como una de las instituciones más antiguas del país. Las logias simbólicas trabajan normalmente todos los meses, se celebran tenidas, aniversarios, se realizan actividades filantrópicas y se participa en eventos regionales como Congresos Masónicos Internacionales.